La iniciativa surgió el año pasado, de mano de Anna Wintour, directora de Vogue USA, en plena crisis económica. El objetivo era ayudar a la industria de la moda en un momento complicado.
Lo que nació como un acto puntual en momentos difíciles ha devenido en un evento con vocación de continuidad. Este año, se han sumado otras tres ciudades de todo el mundo a la iniciativa: Estambul, Sydney y Lisboa se unen a Nueva York, París, Milán, Londres, Tokio, Pekín, Moscú, Berlín, Nueva Delhi, Atenas, Taipei, Seúl y Madrid.
En los medios matinales ya podemos encontrar diferentes opiniones.
La más unánime es que el común de los mortales fue a ver las tendencias y comprarlas, pero en tiendas más baratas.
¿Alguno de vosotros fue?
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